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Nuestra 

Historia 

Que gusto saludarte, mi nombre es Nataly Sarmiento Co-creadora

de Ecolunas Menstruación Digna y Sostenible

Soy cocinera de profesión egresada de Gato Dumas y emprendedora de corazón, tengo estudios sobre marketing digital, estrategias comerciales y mi mejor profesión sin dudarlo es ser mamá. 

¿Cuándo escuché sobre la copa?

 

Estando con una de mis colegas escucho por primera vez sobre la copa menstrual y no les miento, mi mente de una dijo !NO!  solo el hecho de escuchar la palabra Menstrual me hizo evadir la conversación. Un año después en Instagram vi que una de las mujeres que más admiro subió una foto con información sobre el tema y mi mente de una me dijo: “si ella la usa yo también lo haré” siempre he sido la “Hippie” activista y medio loca de la familia, me apasiona el tema de la sostenibilidad, el cambio climático, la igualdad, la equidad y todo lo que tenga que ver con el cuidado del planeta y los derechos humanos. A finales del 2014 adquiero mi primera copa menstrual y empiezo un recorrido maravilloso, me reconozco, me exploro y me descubro.

 

Entendí  La menstruación como algo positivo y supremamente  natural para mi vida, para mi desarrollo como profesional y mi construcción propia del ser mujer, de esta forma empiezo un camino de reconciliación con mi cuerpo y abrazo a mi sagrado femenino. Después  de 6 meses de usarla vi la posibilidad de educar a miles de mujeres que como yo desconocían sus procesos naturales y alternativas sostenibles para llevar el periodo. Muchos al escucharme me decían “estás loca si pretendes que las mujeres usen esa copa” pero escuché esa voz, esa intuición que tanto nos caracteriza y allí empezó a crecer este primer bebé, porque he aprendido que las mujeres no solo parimos seres humanos, también lo hacemos con proyectos e ideas que nos cuestan sudor, lágrimas y que al final se convierten en nuestro mayor tesoro, ese bebé que queremos ver crecer y triunfar frente a cualquier adversidad.

 

Soy una loca que quiere cambiar al mundo por medio de pequeñas acciones, generando activismo y llevando educación a hombres y mujeres sin importar su condición.

 

Aquí sigo aprendiendo de la mano de ustedes y eso no saben cuánto lo agradezco. Emprender, educar y ser mamá ha sido el regalo más grande que Dios y el universo ha puesto en mis manos. Las amo.

 

Con cariño Naty.

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Que gusto saludarte, mi nombre es Eliana Santana Co-creadora

de Ecolunas Menstruación Digna y Sostenible

Soy trabajadora social de profesión, emprendedora de corazón y educadora menstrual de vocación, a los 25 años conocí un producto que literalmente me cambio mi vida y no exagero.

 

En el año 2014 trabajaba para la ACR en la cuidad de Villavicencio y gracias a esa experiencia descubrí que menstruar en tierra fría era completamente diferente a menstruar en tierra caliente a más de 30°, porque para mí era incomodo tener que utilizar compresas desechables.

¡Jamás pude con los tampones! Y los que me conocen saben que soy un poco extrema con la limpieza, así que me cambiaba la “toalla higiénica” cada hora para no mancharme y evitar irritaciones, imagínese la cantidad de basura generada... Fue allí donde por cosas de la vida tuve una conversación con Camila (mi amiga de muchos años) y conocí la copa menstrual.

 

Mi primera reacción cuando conocí la copa fue:

 

¿Qué es eso? ¿No se siente incómodo? ¿Se me puede perder adentro?

 

Me pareció súper extraño y hasta me dio sustico la idea de introducirme “un objeto” dentro de mi cuerpo, pero este pequeño dispositivo me abrió los ojos a una realidad tangible, me permitió entrar a un universo desconocido y misterioso “mi vagina” transformando los prejuicios que por tantas generaciones me afectaron de manera negativa. Hasta ese momento para mí la menstruación era sinónimo de “tormento” e “incomodidad”; pero este maravilloso invento mejoró la relación con mi cuerpo, inicie un proceso de autoconocimiento, exploración y sin duda alguna de empoderamiento.

 

Recuerdo cuando compre mi copa, por primera vez en la vida quería que me llegará mi menstruación. ¡Creó que a muchas nos pasa lo mismo! La observe detenidamente, leí el instructivo un par de veces y al cabo de algunos días llegó el tan esperado momento, así que manos a la obra. Introducirla fue sencillo y al retirarla recordé las palabras de Camila “solo debes pujar”; durante el primer ciclo que la usé note que no se sentía, que mi periodo no olía feo y que menstruar en tierra caliente con la copa sería cero incomodo, estaba feliz y me dije a mi misma: 

 

TODAS las mujeres del planeta deben conocer este producto, así que le platique a varias chicas de la oficina y algunas de ellas con caras de sorpresa me dijeron “ni de riesgo la usaría” ahora se ríen de esto porque son fans de la copita. 

 

En este momento me di cuenta de la poca información respecto a la educación menstrual y las diferentes alternativas sostenibles para autogestionar nuestro periodo. Justo ahí inicie el camino del activismo menstrual.


La copa cambió totalmente mi manera de ver la menstruación, desde que la uso me siento más conectada con mi naturaleza de ser mujer, llegue a conocerme tanto física como emocionalmente, me di cuenta que todo lo que nos enseñaron sobre la “suciedad” de la sangre menstrual era falso. En este transitar también aprendí que cuando la menstruación es dolorosa, es señal que necesitamos prestarle atención y acudir a un chequeo médico (sigo en mi búsqueda), que es importante sentir cada cambio y disfrutarlo, que no necesito medicamentos para aliviar los cólicos, basta con una infusión de manzanilla, canela o leche dorada para sobrellevarlos mejor. Entendí que gracias a que somos cíclicas cada semana del mes nos sentimos diferentes, fue entonces cuanto me conecte con mi naturalidad corporal, me reconcilie con mi ciclo y resignifique mi esencia femenina.

 

En mi corazón solo hay GRATITUD a Dios por permitirme emprender, a mi familia por su apoyo incondicional y a ustedes por ser parte de este gran sueño.

 

Gracias por estar aquí, l@s abrazo Eliana.

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